El meu amic Pedro és un amic dels de debò. És un amic dels que t’acompanyen pel llarg camí de la vida i dels qui, al seu costat, aprens de valent. Aprens per la seva saviesa però, sobretot, aprens per la seva manera d’entendre la vida. El Pedro no explica massa, parla poc. Són els seus fets, les seves accions, la seva amistat i el seu compromís en allò que creu, que mostren com n’és d’autèntica la seva vida.
El Pedro és un militant, un activista de la vida. Reivindica moltes coses i en rebutja moltes més. Una de les coses que rebutja són les noves tecnologies que, ell diu, allunyen les persones, generen massa energia i ens fan, encara més, individualistes, entre altres coses... per això no utilitza l’ordinador. Si tens la sort, però, de ser amic seu, molt sovint reps un manuscrit, fruit de les seves reflexions que et sacceja i inevitablement passa a formar part del teu aprenentatge personal.
Aquest darrer manuscrit, és tan proper a mi, a les reflexions que sovint intento fer en aquest bloc, de vegades sense èxit, que, amb el seu permís, no he pogut deixar de copiar-lo “literalment” per compartir-lo amb tots vosaltres. Ho comparteixo i ho subscric absolutament tot i com li vaig dir a ell: M’HI APUNTO! Espero que vosaltres, si més no, hi penseu i, mica a mica, també us hi aneu apuntant.
ALIMENTACIÓN - VIDA
La “crisis alimentaria” es el hambre, la pobreza, y está encarnada en los campesinos (¡qué paradoja¡).
El hambre está en el mundo rural.
- ¿Será por qué la tierra no es suya
- ¿Será por qué tienen que pagar las semillas Montsanto? … y los fertilizantes químicos?
- Será porqué el precio para sus productos que se exportan los marcan las multinacionales?
- Será porqué la tierra es cada vez más pobre, por practicar monocultivos?
Después de la II Guerra Mundial, la industria de guerra se transformó en industria química. Se dedicó a fabricar fertilizantes, pesticidas. Son una industria de la muerte. Contaminan alimentos, contaminan el agua. Son el origen de las enfermedades modernas.
En Argentina, más de la mitad de la tierra cultivable se dedica a la soja (transgénica) para alimentar a nuestras vacas.
Son, por lo tanto, monocultivos. Pérdida de la biodiversidad, y hambre para ellos, pues trabajan y siembran para “nosotros” y no para cubrir sus necesidades alimentarias.
Para poder consumir nosotros “frutas tropicales”, los países y/o campesinos han de practicar el monocultivo.
Almería, que nos pilla cerca, abastece a Carrefour y Mercadona, a costa de matar a la tierra (sobreexplotándola), a las personas (por los productos químicos, está demostrado que tienen más cáncer que en el promedio), y salarios de esclavos a los rumanos.
Este es el “modelo” que ha implantado el capitalismo a nivel mundial.
NO EXISTE ESCASEZ DE ALIMENTOS
La mitad de los alimentos se pierden: NO LLEGAN AL CONSUMO HUMANO, porqué:
- Se pudren
- No dan “el calibre”
- No tienen “color”
- Lo que cada cadena de alimentación tira cada día
Existe un 20% de la tierra fértil, que no se utiliza para la alimentación, sino para plantar: eucaliptus, soja…
Goldman Sachs, uno de los artífices de la crisis financiera actual, se dedica a comprar tierras fértiles y cosechas (guardando cosechas, puede subir su precio). Además, ha introducido los alimentos en el circuito especulativo; desde la bolsa de valores alimentarios en Chicago, sobre el grano, hasta, incluso llegar a ofrecer productos alimentarios como fondos de inversión (grano, café). Aquí, lo “ofrece” como valor seguro y rentable la “Caixa de Catalunya”.
Todo ello conlleva, precios arbitrarios, y especulativos.
¡Se han dado cuenta que la tierra fértil es finita, como el petróleo!
Además, de esos fondos, China prácticamente está comprando países enteros en África, para su alimentación.
En todo este tinglado participan los fondos de pensiones de EEUU, como de aquí, ¡OJO!
En España, sólo el 3% de la población se dedica a la agricultura. Hace años, se nos explicaba que la pirámide estaba formada por una base amplia de “campo” agricultura y trabajadores. En medio estaba el sector industrial, y arriba como punta final el sector servicios.
Ahora la pirámide está invertida, por lo que geométricamente es imposible que la pirámide se aguante. De ahí se extrae que somos dependientes y no soberanos en relación a lo básico: la alimentación.
En los países empobrecidos, los campesinos están levantándose. Vuelven a reivindicar la tierra como fuente de vida y espiritualidad, además de incorporar una organización no capitalista.
En el sistema actual sólo se benefician las multinacionales.
La industria alimentaria no está concebida para alimentar, sino para hacer negocio.
La industria alimentaria, debido al monocultivo y la sobreexplotación de la tierra fértil, utiliza (y despilfarra) el 70% del agua dulce.
Los campesinos, a través de sus “resistencias”, Vía Campesina, Zapatistas… han puesto de relieve que no existen dos tipos de agricultura: Norte y Sur, sino entre dos vías, dos opciones, dos alternativas: la seguridad alimentaria (invento de la ONU: que Occidente tenga alimentos garantizados) o la soberanía alimentaria (cada país decide su propia agricultura y su propia alimentación).
Desde la rebeldía, Vía Campesina, ocupan tierras, y no solo eso. Están creando universidades. Los campesinos están recuperando la tierra (no monocultivos), las semillas (no las de Monsanto que se han de pagar… y claro también sus fertilizantes), y la sabiduría, la espiritualidad.
Los campesinos, en definitiva, plantan y siembran la tierra no para la exportación, sino para su alimentación, y en todo caso, el excedente para la exportación.
Con su noción de soberanía alimentaria, ponen en cuestión, a futuro, nuestro modelo occidental de alimentación, consumo y nuestra visión-relación con la tierra (que es un objeto: “fer costellades”).
Nosotros podemos apostar por la vida y unirnos a su proyecto de soberanía alimentaria, que en definitiva es una defensa de la vida, de la tierra.
¿Cómo? De múltiples maneras y formas. Pero algunas se pueden sugerir: Desarrollando estrategias de resistencias y de no colaboración, siguiendo a Gandhi y otros, y también apertura para aprender, para dejarnos sorprender.
Este concepto, es más importante, que el qué. Es desarrollar la rebeldía pacífica y de no cooperación. Es hermanarnos con los campesinos de Vía Campesina.
Nos obligará a cambiar, a aprender. Nos obligará a dejarnos enseñar. Es un camino.
Antes de enumerar el cómo, una pequeña reflexión:
- En los países empobrecidos, los campesinos sobre todo, dedican entre el 80 y el 85% de su “dinero” para la alimentación.
- En los países ricos (nosotros) se dedica el 25%
Ello nos puede llevar a una reflexión, como mínimo: no haría falta trabajar tanto tiempo, lo que redundaría en redefinir la estructura nuestra del gasto. Tenemos o disponemos de un excedente excesivo, que tiene que ver con el precio que pagamos por los alimentos a los campesinos.
Tenemos una estructura de gasto enferma y tóxica, además de injusta.
EL CÓMO: DESDE LA REBELDÍA, LA COHERENCIA Y EL FLUJO ESPIRITUAL CON LOS CAMPESINOS:
- Comprando solo, productos de temporada del país en que vivimos.
La tierra no da de todo, en todo momento. Tiene sus ciclos, su ritmo. Está ligada al sol, a la lluvia, la luna.
Comeríamos mejor, y de otra manera.
Cada estación requiere una alimentación distinta y diferente.
- Comprando solo, productos de cercanía.
Favorecemos a los productores locales. El dinero se quedará cerca. Se logrará menos gasto energético y menos contaminación.
- Antes de comer, dar gracias por los alimentos. Un momento de silencio.
Estas tres cosas iniciales, pueden ser un buen inicio.
Puede haber más actos, de resistencia, que sólo a modo de enunciado se detallan:
· No comprar productos tropicales. Como opción, por no colaborar con el gasto energético y no colaborar en los monocultivos que imponemos a los empobrecidos. Además este tipo de productos estresan a nuestro genoma.
· - Comer menos. NO LO NECESITAMOS, NO LO GASTAMOS.
· - Realizar ayunos, como forma de solidaridad y de “limpieza” del organismo. En todas las tradiciones religiosas y/o espirituales lo tienen incorporado.
· - Iniciar el camino del menor consumo de carne, o su supresión. La proteína animal, no es necesaria ¡se puede sustituir por la proteína vegetal! La mayoría de la población mundial no puede consumir carne. Además, con todo lo que se necesita de cereal para alimentar a una vaca, pueden comer multitud de personas. Incluso incorporamos una vertiente más espiritual de respeto a la vida; no ejercer la violencia con los animales.
· - Constituirse o hacerse socio de cooperativas de consumo ecológico. Incorporamos una alimentación respetuosa con la vida, además de aportar por la propiedad colectiva, frente a la privada. Incorporamos el beneficio social, frente al interés o negocio individual.
· - Dejar de comprar en los grandes centros de alimentación. Centros monopolistas. Centros de derroche de energía, plásticos…
· - No invirtiendo en productos financieros como los que ofrece Caixa de Catalunya, que especulan con los alimentos (grano, café…)
· Muchos pueden considerar que este camino, es más caro. Posiblemente. Muchos de nosotros aportamos algún dinero a entidades solidarias. Podemos emplear este dinero, en este circuito de vida alimentario.
Para acabar, y sin ánimo de ser exhaustivo, podemos ejercer la rebeldía, la resistencia en otros apartados de nuestra vida:
- Si los bancos y cajas son los que han provocado este saqueo ¿Por qué darles aún confianza? Existen alternativas viables: Triodos Bank, Coop’57, Oikocredit, Fiare…
- Si la prensa que existe es conservadora ¿Por qué comprarla? No comprándola, haciéndoles boicot, les castigamos. Existen alternativas: Diagonal, Le monde diplomatic, Internet.
- Objeción fiscal…
Podemos iniciar un camino de transformación, de equidad, de justicia y por mantener la vida, para generaciones futuras.
¿TE APUNTAS?
Autor: Pedro Manrique Miranda